jueves, 18 de diciembre de 2008

Comencemos por lo primero: Dios.

La forma lógica de empezar es por el principio, y éste no puede ser otro que Dios.

"Dios", según la Real Academia de la Lengua Española, significa: "Ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado hacedor del universo."

Suena bien, ¿no? Pero para mí esa definición se queda muy corta.

Dios, según San Juan, es "Amor".

¡Caray! Y yo que pensaba que el amor eran mariposas en la panza...

¿Entonces qué carambas es Dios?

Pues bien, Ahí va lo que yo entiendo.

Dios es un ser inteligente, absolutamente bueno, que creó casi todo lo que conocemos y lo que existe (después ahondaremos en ese "casi"). Es alguien cuya naturaleza escapa a todo lo que nosotros entendemos, como el tiempo y el espacio. Es decir, que no está sujeto a ellos, y que para Él no pasan días ni años, ni está aquí o allá, sino que vivie en algo así como un presente constante, y en un solo lugar, que abarca todo donde nosotros estamos.

También es amor. En otra ocasión tocaremos el tema del amor, por ahora baste decir que eso quiere decir que solamente hará cosas buenas para quien ama.

Es Omnipotente. Vamos, que lo puede todo. En la "Guía para la vida, de Bart Simpson", bueno, de Matt Groening, Se plantea una pregunta que puede meter en aprietos a muchos:

"¿Dios puede crear una roca tan grande que ni Él pueda cargarla?"

La respuesta es "Sí. Pero no está en su naturaleza". Yo te preguntaría "¿Puedes tomar una pistola y darte un balazo en el pie?" Sí puedes, pero no lo harías, ¿verdad? Tu naturaleza te obliga a evitar hacer aquellas cosas que te dañan. Con Dios pasa igual, pero diferente.

Es diferente porque no importa qué sea, Dios puede hacerlo. ¡Es Dios, caramba! La cuestión es que como todo en Él es amor, entonces no haría nada que le dañe a Él o a nosotros, aunque pueda hacerlo. Nótese lo que dije antes sobre el amor.

Dios es el creador del universo y, por tanto, de nosotros. Aquí comienza lo bueno.

¿Dios me creó? ¿Qué no fueron mis papás? Tus papás te gestaron, pero fuiste creado porque Dios así lo quería, Cuando manejas un carro, el carro no te lleva, tú llevas al carro por donde tú quieres ir. Tus papás no pudieron elegir tu color de ojos, ni tu sexo, ni cuántos cabellos tendrías, ellos fueron como el carro de Dios para traerte al mundo, ¿de acuerdo?

¿Y por qué me creó Dios, si yo no se lo pedí? Ésta es una pregunta que muchos jóvenes me han hecho, y que siempre respondo con una pregunta: ¿Te consta que tú no se lo pediste? No sé ustedes, pero yo no me acuerdo de nada antes de los tres años, mucho menos antes de nacer, o antes de que se fecundara el óvulo de donde yo me desarrollé.

La verdad es que Dios nos creó por una sola razón: Porque tanto nos ama, que nos dio la libertad de elegir si queremos estar con Él o no. Sería un poco injusto si nos hubiese obligado a estar con Él sin conocer nada más solamente porque Él sabe que es lo mejor para cada uno de nosotros. ¿Recuerdas el dicho ése cursi que dice "Si amas algo, déjalo libre, si vuelve es tuyo, si no, nunca lo fue"? Pues es exactamente lo que hizo Dios al darnos la vida. Nos dio la libertad para escoger si queremos volver a Él o no.

Por eso Dios se calla. ¿Alguna vez te ha hablado Dios desde las nubes? La neta a mí no. Y le agradezco por su silencio, en alguna ocasión contaré mi experiencia del silencio de Dios en "Las Peñas". Dios calla porque nos deja que cometamos nuestros errores, que comprendamos la vida en la libertad absoluta que Él nos dio, y seamos capaces de elegir si queremos volver a Él o no.

A Dios no lo limita nada de lo que nos limita a nosotros. El hombre está atrapado en su cuerpo y se "escapa" de él a través de los sentidos.

Tus ojos no pueden ver lo que está a tus espaldas, y Dios sí puede ver lo que haces en lo oculto.

Tus oídos solamente escuchan lo que sucede a cierta distancia, Dios lo escucha todo.

Tu tacto te permite sentir aquello que está a tu alcance, Él no necesita sentir para conocer.

Tu voz puede llegar hasta donde la fuerza del viento y los demás sonidos la dejen. Dios puede comunicarse sin hablar.

El gusto te permite conocer todos los sabores, para Dios todo es conocido.

Ah, otra cosa! Dios no es una aspirina para el alma, es decir, que Dios no está allí nomás para hacernos sentir bonito, para que se nos olviden los problemas y ya. Tampoco es Supermán, que anda cuidándonos de todo. Eso es paternalismo.

Conozco mucha gente que dice "Si Dios existiera, no habría guerras, ni niños con hambre, ni todas esas cosas".

Esa es una de las visiones más enanas que conozco.

Dios no está allí para desaparecer los males. NOS PUSO A NOSOTROS PARA SUPERARLOS. Los males, es un hecho, son consecuencias de nuestros actos, y somos nosotros quienes debemos evitar, prevenir o corregirlos, no esperemos a un Dios que venga a rostizar a los "malos". Así no funciona.

Aunque este post se hizo muy largo, es una visión breve de mi percepción de Dios; así lo entiendo, con este Dios me parece más fácil entender todas las cosas que me rodean.

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